Tokio Hotel la armó en su presentación en Rock in Rio Madrid
El Escenario Mundo pasó de ser la fiesta brasileña de Carlinhos Brown para caer durante una hora en manos del grupo alemán Tokio Hotel que se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas. El gótico Bill Kaulitz, su líder, recuperado de la operación de laringe que tanto preocupó a sus productores y a sus fans, como informó El Semanal Digital, levantó pasiones con su peculiar look, su pelo electrizado, uñas negras y mucho, mucho maquillaje.El show de Tokio Hotel iba dirigido a un público adolescente, entregado, vestido para ocasión, con tatuajes a golpe de rotulador y bastante histeria. Entre mucho humo y efectos especiales, que ya encandilaron a sus fans en el Parque de los Príncipes de París, los hermanos Kaulitz y sus compañeros Georg y Gustav se encontraban como peces en el agua sobre el escenario. Bill bajó en un momento a pie de calle para lanzar agua a las primeras filas de fans lo que provocó el delirio de éstas al ver a su ídolo tan de cerca.La banda revelación interpretó sus canciones más emblemáticas, evitando cantar sólo en alemán -los cuatro reconocen que lo de los idiomas no es lo suyo pero se esfuerzan en cantar al menos tres o cuatro canciones en inglés-. Las más coreadas por los enfervorizados fans fueron Recue me, Moonsoon, o By your side, aunque también hicieron furor con temas de su último álbum Scream.Los miembros de Tokio Hotel, que actuarán esta noche en Lisboa a la misma hora en la que España y Alemania se enfrentarán en la final de la Eurocopa, reconocieron que son poco futboleros pero apostaron por una victoria de 3-2 a favor de Alemania.Pero Carlinhos Brown y Tokio Hotel no fueron los únicos protagonistas de la noche del sábado en el Rock in Rio. Mención aparte merece la actuación de El Canto del Loco, que congregaron a más de 45.000 espectadores. A la pregunta obligada sobre el resultado del fútbol, Dani Martín salió por peteneras: El Canto del Loco tres, Tokio Hotel cero. Y es que lo de los pirotécnicos rockeros alemanes no fue plato de gusto para todo el mundo.
RIR TELE5
El primer fin de semana del Festival Rock in Río, que se está celebrando en Arganda del Rey, se ha cerrado con lleno total de conciertos. La noche del sábado fue una de las más concurridas con actuaciones como las de El Canto del Loco, Carlinhos Brown y Tokio Hotel.El canto del Loco congregaba a más de 45.000 espectadores en Arganda, era una de las estrellas de la noche. Dani Martín, el cantante del grupo, diferenciaba antes del concierto al tipo de público, que al tratarse de un festival, "no lo tenemos tan rendido", lo que les hacía aguardar más "nerviosos".Ya llevan cuatro conciertos sin Jandro Velázquez, el batería, que ha sido sustituido por Carlos Gamón. "Ha sido un mes triste el que hemos pasado sin él, pero cada uno tiene la libertad de hacer lo que quiera", confesaba el cantante.Dani esperaba a la salida poder meterse "entre la gente" para disfrutar de la música como un espectador más. Pero antes, preguntado sobre el tema del fin de semana, los resultados de la Eurocopa de fútbol entre Alemania y España, hizo su propia apuesta: El Canto del Loco tres, Tokio Hotel -grupo alemán que los precedió en el Escenario Mundo- cero.Una horas antes había actuado Carlinhos Brown, que también confesó sus inquietudes respecto al partido: "Lo más importante es que España gane la Eurocopa", y que se presentó en su actuación con una camiseta de la selección.El cantante y compositor brasileño auguró que "vamos a ganar", y pidió precaución con el alcohol después de la victoria, "para que podamos volver bien a casa como campeones".Además, elogió a la organización del festival, "he estado en tres ediciones anteriores de Rock in Río, pero como en Madrid no se ha hecho en ningún sitio" y "estoy emocionado con la ciudad del rock" de Arganda del Rey, "un lugar que durará eternamente y donde se juntan todos los géneros de música".España - AlemaniaPor su parte, los alemanes Tokio Hotel, liderado por el gótico y andrógino Bill Kaulitz, conquistaron a sus miles de seguidores, en su mayoría quinceañeras ataviadas con camisetas y gorras, y portando banderas de sus ídolos.Tras su exitoso concierto en Rock in Río, con efectos pirotécnicos incluidos, Tokio Hotel actuará mañana en Lisboa justo cuando España se esté jugando el título de la Eurocopa contra Alemania, respecto al que comentaron: "No somos forofos del fútbol pero apoyamos a nuestro país: apostamos por tres dos a favor de Alemania". PGD
El primer fin de semana del Festival Rock in Río, que se está celebrando en Arganda del Rey, se ha cerrado con lleno total de conciertos. La noche del sábado fue una de las más concurridas con actuaciones como las de El Canto del Loco, Carlinhos Brown y Tokio Hotel.El canto del Loco congregaba a más de 45.000 espectadores en Arganda, era una de las estrellas de la noche. Dani Martín, el cantante del grupo, diferenciaba antes del concierto al tipo de público, que al tratarse de un festival, "no lo tenemos tan rendido", lo que les hacía aguardar más "nerviosos".Ya llevan cuatro conciertos sin Jandro Velázquez, el batería, que ha sido sustituido por Carlos Gamón. "Ha sido un mes triste el que hemos pasado sin él, pero cada uno tiene la libertad de hacer lo que quiera", confesaba el cantante.Dani esperaba a la salida poder meterse "entre la gente" para disfrutar de la música como un espectador más. Pero antes, preguntado sobre el tema del fin de semana, los resultados de la Eurocopa de fútbol entre Alemania y España, hizo su propia apuesta: El Canto del Loco tres, Tokio Hotel -grupo alemán que los precedió en el Escenario Mundo- cero.Una horas antes había actuado Carlinhos Brown, que también confesó sus inquietudes respecto al partido: "Lo más importante es que España gane la Eurocopa", y que se presentó en su actuación con una camiseta de la selección.El cantante y compositor brasileño auguró que "vamos a ganar", y pidió precaución con el alcohol después de la victoria, "para que podamos volver bien a casa como campeones".Además, elogió a la organización del festival, "he estado en tres ediciones anteriores de Rock in Río, pero como en Madrid no se ha hecho en ningún sitio" y "estoy emocionado con la ciudad del rock" de Arganda del Rey, "un lugar que durará eternamente y donde se juntan todos los géneros de música".España - AlemaniaPor su parte, los alemanes Tokio Hotel, liderado por el gótico y andrógino Bill Kaulitz, conquistaron a sus miles de seguidores, en su mayoría quinceañeras ataviadas con camisetas y gorras, y portando banderas de sus ídolos.Tras su exitoso concierto en Rock in Río, con efectos pirotécnicos incluidos, Tokio Hotel actuará mañana en Lisboa justo cuando España se esté jugando el título de la Eurocopa contra Alemania, respecto al que comentaron: "No somos forofos del fútbol pero apoyamos a nuestro país: apostamos por tres dos a favor de Alemania". PGD
CON ELLOS LLEGÓ LA HISTERIA A RIR
JESÚS OSSORIOARGANDA DEL REY (MADRID).- Pasado el bloque brasileño abanderado por las vibrantes actuaciones de Ivete Sangalo y Carlinhos Brown es momento para que las adolecentes se desmelenen y liberen hormonas con los Tokio Hotel.
Los alemanes se presentaron en Arganda del Rey con un potente 'show' diseñado al detalle y listo para cautivar a las 'teenagers'.
El concierto levantó pasiones entre sus adictas y dejó totalmente fríos a los que estaban en el Rock in Rio para ver al resto de artistas.Al margen de los pomposos efectos especiales (fogonazos, petardos y mucho humo) que envolvieron la puesta en escena, el sonido de la banda liderada por el andrógino Bill Kaulitz era por momentos dudoso.
Tokio Hotel es más que una banda de jóvenes, es un fenómeno mediático que mueve a las masas. Para las incondicionales, todo sonaba a música (petardos incluidos); un simple guiñito o un gesto de su cantante favorito bastaba para que la histeria se apoderara del lugar.
Durante la hora que ha durado su esperado concierto en el inmenso recinto del Rock in Rio, los alemanes han repasado su breve carrera de banda revelación con paradas en los sencillos más radiados de su discografía, especialmente concentrados en los temas de sus dos últimos trabajos, 'Zimmer 483', y 'Scream'.
Del repertorio escogido para la noche eliminaron casi por completo sus composiciones en alemán, con contadas excepciones como 'In die Macht'.
Para los últimos minutos dejaron sus grandes éxitos como 'Rescue Me', 'By your side' o 'Moonsoon'.Si olvidamos el 'look' siniestro y el indescriptible pelo afro del cantante, el verdadero espectáculo estaba fuera del escenario, estaba entre las primeras filas del público.
Allí se agolpaban las 'fans' más entregadas y atrevidas, muchas con mensajes irreproducibles tatuados con rotulador en sus cuerpos. Todas estaban en un estado que rozaba el extásis."¿Qué es lo que más te gusta de Bill?", "¡¡Tooodoooo!!", gritaba una adicta al cantante del conjunto germano.
Costaba sacar algún mensaje en claro de las fieles: todas estaban ensimismadas con la actuación, haciendo fotos compulsivamente con sus móviles. La banda alemana lleva allá donde actúa una legión de 'fans' enfervorecidas que corean sus canciones de memoria entre gritos desesperados que asustan.Lejos de mostrarse resentidas tras el 'plantón' del grupo, -que canceló un concierto en marzo en Madrid-, las 'fans' se rindieron ante la estética de los alemanes que en plena crisis discográfica han revolucionado el mercado con su inclasificable estilo musical.
El fenómeno fan Tokio Hotel muestra su gótica presencia
Arganda del Rey (Madrid).(EFE).- En marzo un problema en las cuerdas vocales de su solista obligó al grupo alemán Tokio Hotel a cancelar su primera visita a Madrid, pero las desoladas fans no han tenido que esperar mucho para poder ver a este nuevo fenómeno fan liderado por el gótico y andrógino Bill Kaulitz.El encuentro se ha producido en Rock in Río Madrid ante, según la organización, las más de 45.000 personas que visitaban el recinto, en donde Bill Kaulitz, totalmente recuperado, llenó con su voz y su estética el Escenario Mundo, junto a su hermano gemelo Tom, Gustav Schäfer y Georg Listing. Tras su paso ayer por en Barcelona, en donde percibieron un «buen feedback» con las fans, según comentaron antes de su actuación, volvieron a conquistar esta noche a sus miles de seguidores, en su mayoría quinceañeras ataviadas con camisetas y gorras, y portando banderas de sus ídolos y pancartas llenas de corazones, que coreaban enloquecidas los temas más conocidos de la banda, pero también había alguna que otra madurita que estaba en primera fila.«Break away» fue el elegido para abrir el concierto, al que seguirían otros éxitos de su repertorio como «Final day», «Love is dead», «Black», «Scream», «Reden», «Heilig», «Geh», «Don't jump» -con la que Bill se bajó del escenario- «Monsoon», -tras la que los espectadores les gritaron eso de «a por ellos»- «In die macht» o «By your side», con la que pusieron fin a su participación en el festival.Sin cumplir todavía la veintena, el cuarteto puede presumir de haber lanzado al mercado tres trabajos en tres años -«Shrei», «Zimmer 2007» y «Scream»-, éste último con sus mejores temas cantados en inglés y con el que se han convertido en una auténtica revolución en el mundo del pop-rock y el pop-punk. "Hemos tenido mucha suerte en nuestra carrera y aún estamos digiriendo este éxito", reconocía el líder del grupo."El éxito es como una droga, engancha", han subrayado, al tiempo que se definían como "adictos al trabajo y muy autoexigentes". Lo cierto es que, exceptuando el parón obligado por la operación de Bill, Tokio Hotel ha ido creciendo a ritmo vertiginoso a golpe de concierto, de una cuidada estética y de infinidad de leyendas negras que les han hecho situarse en el punto de mira de cientos de jóvenes.Hay quien encuentra inspiración en el look rapero de Tom, guitarrista del grupo, aunque sin lugar a dudas quien lleva la voz cantante, y no sólo en lo musical, es Bill, comparado por su aspecto con artistas como David Bowie o Boy George, si bien pudiera asemejarse más a Eduardo Manostijeras (con una manicura muy cuidada, en negro, por supuesto) o a un Espinete que se hubiera pasado al "lado oscuro"."Apreciamos lo que tenemos hoy y esperamos que nos dure", ha explicado Bill, quien también ha confesado que hay ocasiones en las que les gustaría pasar "desapercibidos". Algo realmente imposible a a vista de su emulado estilismo. Tras su exitoso concierto en Rock in Río, con efectos pirotécnicos incluidos, Tokio Hotel actuará mañana en Lisboa justo cuando España se esté jugando el título de la Eurocopa contra Alemania. "No somos forofos del fútbol" -han reconocido- pero "apoyamos a nuestro país". Tres dos a favor de Alemania, esa es su apuesta.
Arganda del Rey (Madrid).(EFE).- En marzo un problema en las cuerdas vocales de su solista obligó al grupo alemán Tokio Hotel a cancelar su primera visita a Madrid, pero las desoladas fans no han tenido que esperar mucho para poder ver a este nuevo fenómeno fan liderado por el gótico y andrógino Bill Kaulitz.El encuentro se ha producido en Rock in Río Madrid ante, según la organización, las más de 45.000 personas que visitaban el recinto, en donde Bill Kaulitz, totalmente recuperado, llenó con su voz y su estética el Escenario Mundo, junto a su hermano gemelo Tom, Gustav Schäfer y Georg Listing. Tras su paso ayer por en Barcelona, en donde percibieron un «buen feedback» con las fans, según comentaron antes de su actuación, volvieron a conquistar esta noche a sus miles de seguidores, en su mayoría quinceañeras ataviadas con camisetas y gorras, y portando banderas de sus ídolos y pancartas llenas de corazones, que coreaban enloquecidas los temas más conocidos de la banda, pero también había alguna que otra madurita que estaba en primera fila.«Break away» fue el elegido para abrir el concierto, al que seguirían otros éxitos de su repertorio como «Final day», «Love is dead», «Black», «Scream», «Reden», «Heilig», «Geh», «Don't jump» -con la que Bill se bajó del escenario- «Monsoon», -tras la que los espectadores les gritaron eso de «a por ellos»- «In die macht» o «By your side», con la que pusieron fin a su participación en el festival.Sin cumplir todavía la veintena, el cuarteto puede presumir de haber lanzado al mercado tres trabajos en tres años -«Shrei», «Zimmer 2007» y «Scream»-, éste último con sus mejores temas cantados en inglés y con el que se han convertido en una auténtica revolución en el mundo del pop-rock y el pop-punk. "Hemos tenido mucha suerte en nuestra carrera y aún estamos digiriendo este éxito", reconocía el líder del grupo."El éxito es como una droga, engancha", han subrayado, al tiempo que se definían como "adictos al trabajo y muy autoexigentes". Lo cierto es que, exceptuando el parón obligado por la operación de Bill, Tokio Hotel ha ido creciendo a ritmo vertiginoso a golpe de concierto, de una cuidada estética y de infinidad de leyendas negras que les han hecho situarse en el punto de mira de cientos de jóvenes.Hay quien encuentra inspiración en el look rapero de Tom, guitarrista del grupo, aunque sin lugar a dudas quien lleva la voz cantante, y no sólo en lo musical, es Bill, comparado por su aspecto con artistas como David Bowie o Boy George, si bien pudiera asemejarse más a Eduardo Manostijeras (con una manicura muy cuidada, en negro, por supuesto) o a un Espinete que se hubiera pasado al "lado oscuro"."Apreciamos lo que tenemos hoy y esperamos que nos dure", ha explicado Bill, quien también ha confesado que hay ocasiones en las que les gustaría pasar "desapercibidos". Algo realmente imposible a a vista de su emulado estilismo. Tras su exitoso concierto en Rock in Río, con efectos pirotécnicos incluidos, Tokio Hotel actuará mañana en Lisboa justo cuando España se esté jugando el título de la Eurocopa contra Alemania. "No somos forofos del fútbol" -han reconocido- pero "apoyamos a nuestro país". Tres dos a favor de Alemania, esa es su apuesta.
El Canto del Loco y Tokio Hotel, en el día del fan en Rock in Rio
Ayer fue el día «F» en Rock in Rio. «F» de fan. Porque por allí pasaron dos de las bandas que mejor representan esa extraña fuerza de la naturaleza, incomprenisble para algunos, maravilloa para muchos, y muy rentable para unos pocos, que es el fenómeno fan. En principio, las apuestas parecían favorables para los alemanes, en vista de las colas que su hinchada formó desde primeras horas de la mañana. Pero hubo sorpresa (¿o no?).Los gemelos Kaulitz lideran un grupo que ha arrasado con todo entre los —o mejor las—más jóvenes, y se han montado un show de primera línea que los deje atónitos, que ahora los chavales no se sorprenden con cualquier cosa. Salen a escena, y empiezan a explotar fuegos artificiales de los que dan miedo —no es broma, algunas caras de la primera fila daban risa, si uno es un poco cruel— al ritmo de «Break away». Muy mal pintó el comienzo, con el baterista desacompasado y la voz de Kaulitz más regular que bien. Sin embargo, una corrección rítmica, un poco más de volumen al micro y todo arreglado.Siguen con «Final day», los hermanos juntan sus cuerpos a lo heavy y los gritos casi impiden escucharles. Es la histeria adolescente en estado puro. «Tantos países, tanta gente...», dice Bill con cara de angelito. Y, fidelizando, exclama: «¡Esta canción va sobre vosotros y nosotros, y sobre estar siempre juntos!». El tema en cuestión, paradójicamente titulado «Love is dead», precede a una sarta de himnos juveniles que alcanzan el éxtasis con «Don´t jump» y «Monsoon», su primer hit internacional. Seguro que muchos niños y niñas no olvidarán un espectáculo como el de anoche, pero como alguno de ellos se haga rockero, seguro que intenta ocultar su turbio pasado...En la explanada frente al Escenario Mundo se produjo poco movimiento entre éste y el siguiente concierto, el de El Canto del Loco. Sólamente se vio huir a algún padre con sus hijos, y entrar a algunos veinteañeros más.Dani Martín, que sabe montárselo bastante bien en directo, sabía que ayer había que dejar huella, y nada más salir a escena con «Personas» la lió bien parda a base de saltos y muecas del loco . Lo tenían todo a su favor: 50.000 personas, y frente a ellos, no dispersas como en la actuación de Neil Young el viernes. Y otra ristra de súperhits: «Volverá», «Eres tonto» y «La madre de José» montaron tal bullicio en la Ciudad del Rock que definitivamente quedaron coronados como reyes de la noche, Tokio Hotel, dijo Dani—.La tarde comenzó más floja, si la vara de medir son los millones de discos vendidos. Varias bandas fueron pasando por el Hot Stage cuando el sol mordía el pescuezo; la primera de ellas, Brodas, procedente de Arganda. Unos cuantos remojones en las fuentes, y los gallegos Ragdog ya saltaban a escena para demostrar porqué han sido rescatados del olvido por una gran multinacional. El tercer toro de la tarde fue Standard, un combo de rock electrónico que sin duda se convirtió en el triunfador del Hot Stage, con permiso de los suecos Mando Diao, curtidísimos en esto de los festivales. El verano pasado ya cataron el júbilo español en el FIB, y en esta ocasión no fuimos menos. Además, había unos cuantos ávidos de alguna emoción fuerte en este festival tan light.
Ayer fue el día «F» en Rock in Rio. «F» de fan. Porque por allí pasaron dos de las bandas que mejor representan esa extraña fuerza de la naturaleza, incomprenisble para algunos, maravilloa para muchos, y muy rentable para unos pocos, que es el fenómeno fan. En principio, las apuestas parecían favorables para los alemanes, en vista de las colas que su hinchada formó desde primeras horas de la mañana. Pero hubo sorpresa (¿o no?).Los gemelos Kaulitz lideran un grupo que ha arrasado con todo entre los —o mejor las—más jóvenes, y se han montado un show de primera línea que los deje atónitos, que ahora los chavales no se sorprenden con cualquier cosa. Salen a escena, y empiezan a explotar fuegos artificiales de los que dan miedo —no es broma, algunas caras de la primera fila daban risa, si uno es un poco cruel— al ritmo de «Break away». Muy mal pintó el comienzo, con el baterista desacompasado y la voz de Kaulitz más regular que bien. Sin embargo, una corrección rítmica, un poco más de volumen al micro y todo arreglado.Siguen con «Final day», los hermanos juntan sus cuerpos a lo heavy y los gritos casi impiden escucharles. Es la histeria adolescente en estado puro. «Tantos países, tanta gente...», dice Bill con cara de angelito. Y, fidelizando, exclama: «¡Esta canción va sobre vosotros y nosotros, y sobre estar siempre juntos!». El tema en cuestión, paradójicamente titulado «Love is dead», precede a una sarta de himnos juveniles que alcanzan el éxtasis con «Don´t jump» y «Monsoon», su primer hit internacional. Seguro que muchos niños y niñas no olvidarán un espectáculo como el de anoche, pero como alguno de ellos se haga rockero, seguro que intenta ocultar su turbio pasado...En la explanada frente al Escenario Mundo se produjo poco movimiento entre éste y el siguiente concierto, el de El Canto del Loco. Sólamente se vio huir a algún padre con sus hijos, y entrar a algunos veinteañeros más.Dani Martín, que sabe montárselo bastante bien en directo, sabía que ayer había que dejar huella, y nada más salir a escena con «Personas» la lió bien parda a base de saltos y muecas del loco . Lo tenían todo a su favor: 50.000 personas, y frente a ellos, no dispersas como en la actuación de Neil Young el viernes. Y otra ristra de súperhits: «Volverá», «Eres tonto» y «La madre de José» montaron tal bullicio en la Ciudad del Rock que definitivamente quedaron coronados como reyes de la noche, Tokio Hotel, dijo Dani—.La tarde comenzó más floja, si la vara de medir son los millones de discos vendidos. Varias bandas fueron pasando por el Hot Stage cuando el sol mordía el pescuezo; la primera de ellas, Brodas, procedente de Arganda. Unos cuantos remojones en las fuentes, y los gallegos Ragdog ya saltaban a escena para demostrar porqué han sido rescatados del olvido por una gran multinacional. El tercer toro de la tarde fue Standard, un combo de rock electrónico que sin duda se convirtió en el triunfador del Hot Stage, con permiso de los suecos Mando Diao, curtidísimos en esto de los festivales. El verano pasado ya cataron el júbilo español en el FIB, y en esta ocasión no fuimos menos. Además, había unos cuantos ávidos de alguna emoción fuerte en este festival tan light.
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