Esto me gusta xicas leedlo.Danke

Los/as emos insisten en que no se ven tan diferentes al resto de personas de su edad. La estética los distingue. Colores oscuros y algo siniestros suelen dominar su atuendo y todos sus complementos.Mar López y María Martínez son dos valencianas que se conocieron a través de un blog para 'emos'. Hace poco que se dejaron seducir por esta moda que para muchos jóvenes de hoy en día es una filosofía de vida, pero que no les hace actuar de forma diferente a otros adolescentes. Van a la escuela, escuchan música y salen con los amigos. "Nos vestimos diferente pero vamos a lugares similares", afirma Mar López, de 13 años, que recuerda que se hizo 'emo' porque le gusta su estilo, la manera de expresar los sentimientos -sin miedo- y el grupo Tokio Hotel."Somos más comprensibles y sensibles, pero no nos gusta molestar a nadie, ni mucho menos hacernos daño", afirma Mar, que cuenta cómo hay gente que se dirige a ella con frases poco afortunadas como "¿Dónde te has dejado las cuchillas?", "¿Me enseñas tus cicatrices?" o "No, por favor, no te tires por las escaleras!". Mar no entiende porqué le ven tan diferente.Al igual que María Martínez, de 15 años, cree que cada uno es libre de "hacer y pensar lo que quiera, mientras no moleste a nadie". María, como la mayoría de adolescentes, se siente en desacuerdo con el mundo que le rodea y su forma de rebelarse es vistiendo diferente. Hay gente que se hace una cresta, piercings o tatuajes y los 'emo' visten de negro. No son góticas, pues lo consideran más "medieval", ni tampoco punks, pero lo cierto es que es una tribu urbana surgida del desacuerdo.Uno de tantos bulos de los que corren es que tienen ganas de suicidarse, pero cuando se les pregunta por ello, no pueden evitar una sonrisa. "Es una forma de hablar, a lo mejor digo que me voy a tirar por un puente, pero es sólo una expresión que significa que algo me ha hecho sentir mal, nunca hay que seguirlo al pie de la letra", aclara María. Y añade: "Yo no pienso en suicidarme ni hacerme daño, eso son tonterías".Por otro lado Mar cree que las chicas que se suicidaron en Rusia e Inglaterra "tendrían un problema mental y dio la casualidad que eran 'emo'". Piensa que lo triste "es que todos miraran su ropa pero nadie se preocupó por su corazón. Yo le diría a esos padres que no piensen que porque vayamos de negro vamos a suicidarnos, que se interesen más por cómo nos encontramos que por la forma de vestir".María sabe que algunos 'emos' lo que quieren es que sus padres les hagan más caso, "porque a veces están tan metidos en sus problemas que no nos dedican tiempo".Al igual que con cualquier otra moda, en internet se han creado todo tipo de blogs, a favor y en contra. El peligro es que no hay suficiente control y esto hace crecer los bulos y las paranoias."En internet aparecen muchas mentiras porque como nadie da la cara es muy fácil hablar", explica Mar.Esta nueva moda no pasa inadvertida a nadie, ni siquiera a los legisladores. La polémica viene ahora porque Rusia ha propuesto una ley que pretende vetar las apariciones públicas de los 'emos', lo que ha ocasionado manifestaciones y enfrentamientos.Aquellos que criticaban esta moda se creen ahora con mayor derecho, y los que vivían su particular rebeldía, se juntan con más 'emos' para aumentar su poder y que su voz llegue más lejos.Mar lo tiene claro en este asunto: "Siempre nos han enseñado que hay que respetar a todos y ser tolerantes con los demás y ahora quieren quitarnos la libertad de expresión, menudo ejemplo que nos dan".Las dos valencianas 'emos' quieren tranquilizar a los padres y políticos, aseguran que son inofensivas y que les gusta llamar la atención, pero que no pretenden hacer daño a nadie y esperan que se den cuenta de que no son un problema para la sociedad y que deben ser respetadas para que ellas también respeten.